jueves, 20 de diciembre de 2007

Plumereando

Definitivamente el polvo se acumula aunque las ventanas no se abran, aunque la brisa no ingrese, aunque se tapen los objetos, aunque pretendamos olvidarnos de ellos.

El polvillo lo va cubriendo todo, muy a nuestro pesar; es que el polvo flota en el aire y si este no circula paulatinamente la partícula gris decanta por su propio peso formando un manto, mostrando otras formas de las cosas.

Las cosas pierden su color, se ponen monocromáticas y con el tiempo se amalgaman perdiendo identidad convirtiéndose en una nueva cosa encadenada por un velo sutil y tangible.

Estoy plumereando, agitando el polvo, con las ventanas abiertas, buscando el color que me gusta.

9 comentarios:

Anaclara* dijo...

"plumerear" como una idea de renueve!... de desplazar todo eso ke empieza a hacerse lugar inospito entre nuestras cosas... ke mejor epoca ke en el comienzo de una nueva etapa no?...


muy lindos escritos por aca... e imagenes!...

Martín dijo...

Yo prefiero bancarme el polvo, y tener las ventanas cerradas con el aire acondicionado.

Fossil dijo...

Te cojo prestado el trapo y el Cristasol, que tengo mucho tarea ahora que lo dices

Fossil dijo...

"Amalgaman" me has regalado un nuevo palabro

Martín dijo...

Si me lo pedís, te lo digo.

Alguna vez ya lo contaré, pero empezé a dibujar en clases aburridas en el secundario en las típicas hojas de carpeta, a si que me acostumbré a ese tamaño.

Beso.

RoY dijo...

me encanto tu blog...navegando llegue aqui...muy bonito lo de plumerear...desenpolvar...depurar el cosmos interior...
te invito a mi blog cuando quieras.

Anónimo dijo...

Recuerda que esta noche llenaremos las copas con sangre de musas ocultas en el top manta.
Sangre de Lucía Angélica Folino.


Abusa con rsponsabilidad.


Joaquín.

Unknown dijo...

Definitivamente todo se nos vuelve polvo, aunque después de sus ventanas encontremos que a los dos lados de su vientre... descanse la fisonomía de un iris

Saludos

Raphaël de Valentin dijo...

Sí, en muchas ocasiones lo que nos rodea se tiñe de un color distinto del original, haciéndonos difícil la percepción del objeto deseado; ese velo sutil del que hablas nos lo impide.

Abrir las ventanas y sacudir el leve manto que posee a las cosas nos acerca más a la realidad.

Un abrazo.