viernes, 24 de agosto de 2007

Ni oruga ni mariposa.

Tejo mi crisálida con los elementos de que dispongo, lo he hecho tantas veces, pero aun después de tanto tiempo sigo reconociendome, sigo estando tan presente que comienzo a desconfiar de este proceso...y me pregunto:
¿Alguna vez fui oruga?
¿Llegaré a mariposa?

En definitiva soy feliz y con eso me basta.


Regalo a quien lo desee una bella crisálida, he decidido no volver a usarla.

2 comentarios:

vanmar dijo...

Me gusta ser oruga algunos días y otros mariposa, otros me gusta ser solo yo... suerte que podemos elegir, verdad?

Un beso de mariposa feliz.

Caminante (El chico que camina) dijo...

Tú no necesitas una crisálida. Tú lo que necesitas es un ESPEJO.

El patito feo se dio cuenta de que era un cisne cuando se vio reflejado en el agua.

Tú necesitas un espejo para mirarte en él y darte cuenta que si alguna vez fuiste oruga fue hace mucho tiempo. Porque hoy eres la mejor de las MARIPOSAS.