Mantuve el ritmo que marcaron mis pasos y lleve minutos de demora junto al escondido sol.
Pensé mucho, muchísimo, tal vez demasiado, hasta que el pensamiento comenzó a esconderse justo cuando el sol comenzaba a asomar.
Las ausencias se transformaron en recuerdos y los recuerdos en fotos. Me gusta ver fotos, jugar a armar las historias, pensar a los protagonistas y darles todo un abanico de posibilidades.
Por la tarde el sol calentó mi espina, sentí como cada vértebra elevaba su temperatura, me sentí centímetro por centímetro y fue placer absoluto.
El sol tiene la particularidad de hacerme sentir viva, también lo tiene la lluvia y el viento, viva en la soledad. Disfruto tanto esos momentos que pocas cosas pueden detenerme.
Tengo todo el tiempo momentos en que me encuentro con mi soledad y es bella pero hoy fue todo un día de soledades soleadas y fue hermoso.
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3 comentarios:
Gritarle al viento, llorar la lluvia y sonreirle al sol, da igual como estemos por dentro de una manera u otra nos rendimos a nuestros instintos como animales del bosque que son sabios en meteorologia..
Esos momentos de soledad escogida son los mejores.
Pero no te enganches ¿eh?
Y le gritaste a los vientos, parece que te tocaste el alma...
Ojalá todos los días huela a piel soleada y te sientas viva, en soledad y acompañada.
Un abrazo desde el otro lado del charco.
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